El té Rooibos en realidad no es un té, sino que proviene de un arbusto originario de Sudafrica, por lo tanto es una infusión, pero que de color y sabor se parece bastante a un té.  

Esta infusión es fermentada de manera natural y es muy alto en antioxidantes, incluso puede llegar a tener más que el té verde.

Además, es considerado como una buena fuente de minerales como el fierro, calcio, potasio, zinc y magnesio, por lo que resulta ideal como complemento para personas que consumen pocas fuentes de calcio.

Para los amantes del té negro el Rooibos surge como una excelente alternativa.
 
Un efecto a veces poco deseado del té negro es que impide la absorción del hierro, lo cual es perjudicial para quienes padecen anemia, o para mujeres embarazadas o en período de lactancia, ya que en son momentos en que las reservas de hierro bajan siempre y si tomamos té negro se produce una baja mayor.

Además, el té rooibos, no contiene cafeína ni teína por lo que resulta ideal para quienes sufren de insomnio o ansiedad ya que también entrega un efecto calmante y relajante.

Tampoco contiene taninos por lo que tampoco tiene el amargor clásico del té.

Modo de uso: para preparar el té rooibos se agrega una bolsita en una taza y se agrega agua hervida. Se puede dejar reposando desde 5 hasta 15 minutos. También es excelente para prepararlo como té frío.